Si te llegó una de nuestras hermosas plantas en maceta sólo tienes que seguir estos simples consejos para su cuidado básico y lograr que duren la mayor cantidad de tiempo posible.
Las plantas y flores de interior son seres vivos que sobreviven en nuestro entorno gracias a nuestros cuidados. Cuando llegan a nuestra casa tenemos que hacernos la idea que no es un adorno más: estas requieren cuidados especiales que no son difíciles de seguir, una vez que concientizamos que dependen de nosotros.
Para ser todo un experto en cuidados básicos de las plantas de interior, es necesario que conozcamos todos los aspectos que intervienen en esta labor. La temperatura, el riego, la luz, la humedad, la fertilización y el cambio de maceta. Todo esto es de suma importancia para obtener el mejor resultado y las plantas de interior más duraderas.
Las plantas de interior suelen ser de climas templados, es decir, tropicales que son constantes todo el año. Por lo tanto su genética no está preparada para cambios bruscos, es por esto que es necesario mantener el ambiente de tu hogar entre 16 y 24 grados centígrados.
Un indicativo de que hay un mal manejo de la temperatura son las hojas de las plantas. Al haber un cambio brusco de frío o calor, las hojas empiezan a tornarse amarillentas o incluso a caerse. Esto es reversible modificando la temperatura en el rango propuesto.
Cuando las plantas están en el interior no necesitan un constante riego. De hecho, las plantas de interior son propensas a pudrirse y morir por el exceso de agua mucho más rápido que si le falta agua u otro aspecto de los que tocamos acá.
Incluso el infaltable plato debajo de la maceta es un peligro para las plantas de interior. Una vez que reguemos nuestra planta, si el plato está lleno de agua, de inmediato debemos vaciarlo para evitar agua estancada y sobre riego de la planta.
En verano se puede aumentar la frecuencia con que se rieguen las plantas. En la mayoría de los casos sería cada 2 ó 3 días. Lo más recomendable es que te fijes en las necesidades específicas de tu planta revisando la humedad en el sustrato.
Puedes introducir tu dedo en la tierra, si éste sale húmedo no hace falta regarla, si sale seco es tiempo de regar. En algunos espécimen como la orquídea, no puedes esperar a llegar a tener el sustrato seco.
La mayoría de las plantas se pueden regar desde arriba, sin que el agua toque las flores. Hay otras plantas, como las orquídeas y las violetas africanas que se recomienda el regado desde abajo, utilizando un plato para absorber un poco de líquido, sin exagerar.
Si nos vamos a ir un fin de semana completo en verano de casa o en otra estación una semana o más, podremos usar el truco del hielo y dejar que este se derrita poco a poco en la superficie del sustrato.
Cada planta es distinta y cada una necesita de distintos nutrientes. Es aconsejable ubicar el tipo de sustrato o tierra que mejor le conviene a tu planta, así como su abono o fertilizante.
Existen varios tipos de abono: los hay líquido, en piedritas y en polvo. Si a priori no sabes qué fertilizante necesita tu planta, te puedes guiar por si esta es toda verde o si tiene flores, ya que existe abono para cada tipo.
Es importante alimentar artificialmente a las plantas para garantizar su completo desarrollo y salud. La tierra dentro de la maceta es un ambiente creado por nosotros, no es natural, entonces este no se realimenta una vez que la planta tomó de ella todos los nutrientes.
Aunque es aconsejable mantener todo el año las plantas fertilizadas, en invierno podemos espaciar un poco más la ingesta de bono, ya que algunas plantas estarán en modo durmiente y no absorben ni necesitan de tanta energía. En algunos casos podría ser incluso recibir abono en esa época del año.
Todos los seres vivos tenemos la característica fundamental de seguir creciendo y expandiendonos con el pasar del tiempo. Las plantas de interior no son la excepción.
Las raíces de nuestra planta va a querer expandirse con el tiempo las macetas pueden ser muy pequeñas para ese propósito.
Hay plantas que más bien necesitan muy poco espacio para desarrollarse y no les gusta no estar contenidas mientras crecen. Por otro lado, si traemos la planta en invierno, podríamos esperar a que esta se aclimate un poco a nuestro hogar para trasplantar, incluso unos meses y no de inmediato como podríamos hacerlo en cualquier otra época del año.
Una vez que ya tenemos 1 año con nuestra planta, nos vendría bien chequear si ya la maceta que tenía al llegar a casa es suficiente o si sus raíces necesita más espacio para crecer.
Con estos consejos ya no va a durar solo unos días ese hermoso momento de recibir o enviar plantas. ¡Ya tienes todas las herramientas para hacer de esas plantas y flores en macetas tus más lindas compañeras!
Te llegó a casa uno de nuestros espectaculares bonsáis y no sabes qué hacer para mantenerlo. Con estos secretos para el cuidado de los bonsáis puedes respirar con tranquilidad, ya que conocerás todos los secretos y técnicas para mantener ese Bonsái con vida por más tiempo.
En principio hay que saber que el Bonsái no es una flor o una planta de interior. El Bonsái es un árbol pequeño el cual por medio de técnicas milenarias provenientes de China, se le desaceleró el crecimiento físico, pero todos las demás características de un árbol les quedó intacta.
Textualmente Bonsái significa: “Árbol en una bandeja” en japonés y eso es lo que es. Si te fijas, siempre se encuentran en un contenedor chato, en vez de una maceta profunda como una planta común. Sus raíces se comportan como las de un árbol, se expanden hacia los lados. Por esto su trasplantado es tan importante.
Otro punto a tomar en cuenta en lo que recibas tu Bonsái es el investigar qué tipo de árbol se ha encogido para ti. Para que pueda ser un Bonsai que se mantenga en el interior de tu casa, es necesario que ese Bonsái sea un árbol tropical y no un árbol de clima con las 4 estaciones.
Árbol Tropical. En el trópico y centro de la tierra, es decir, parte de Suramérica, Centro América, África y Australia el clima se divide en períodos de sequía y períodos de lluvia. No existen las estaciones y todo el año se mantiene el mismo clima templado que oscila entre 18 a 32 grados. Algunas épocas tienen excepciones pero solo oscilará como máximo 5 grados hacia arriba o hacia abajo.
Este es el mismo clima que solemos mantener dentro de nuestro hogares. Ya que con la calefacción, aires acondicionados y demás aparatos, logramos estar lo más cómodos posibles en nuestras casas a través del año.
Si tu árbol es tropical, tu Bonsái pertenece al interior de tu hogar.
Árbol de 4 estaciones. Así como cualquier árbol que conseguimos en un parque en un país que no está en la franja tropical, este pasa por los distintos procesos que conllevan las estaciones: Sus hojas se caen, descansa, duerme y vuelve a florecer.
Para estos pequeños árboles es importante poder pasar su temporada de hibernación para tomar de nuevo las energías y empezar su nuevo ciclo. Dentro de la casa tendríamos que bajar drásticamente la temperatura y limitar la exposición del sol para lograr un clima apto para la hibernación y esto no sería compatible con nuestro estilo de vida humano.
Es mucho más sencillo, si vivimos en un clima con 4 estaciones, sacar los Bonsáis de casa y disfrutar de sus cambios naturales a lo largo de los 12 meses.
Si tu árbol es de 4 estaciones, tu Bonsái pertenece a tu patio o balcón.
Una vez establecido dónde colocar tu Bonsái, que es ya la mitad del cuidado que requiere, ahora vamos a aprender la otra mitad de lo que requiere un mini árbol para poder sobrevivir años. Al igual que un árbol inmenso.
Riesgo: Tres cuartas partes de nuestro planeta está compuesto por agua y de hecho, ese cuarto que es tierra, también tiene caudales de agua por debajo. Los árboles a través de sus raíces beben agua perenne gracias a estas corrientes subterráneas.
Como acabas de adivinar, para un bonsái es fundamental el riego. Dependiendo de su sustrato o tierra y componentes de la tierra de tu bonsái su riego será más frecuente.
Si observas la naturaleza no llueve en ciclos 100% predecibles, sino cuando varios factores se juntan y dan cabida a la lluvia. Con estos árboles pequeños tienes que jugar a ser la madre naturaleza. Los riegos no pueden ser rutinarios. En principio tienes que observar mucho a tu bonsái, él te irá diciendo cuando necesita ser regado.
Lo que tienes que observar es la resequedad de la tierra, nunca debe llegar a estar seca, debe mantenerse húmeda todo el tiempo, y esto puede pasar dos veces al día ó una vez al día o cada dos días: observación.
Lo otro que hay que observar es lo amarillento de sus hojas, esta es una observación doble, porque podría estar pidiendo además de agua, sol. Entonces observar cómo es la incidencia del sol en ese lugar si es que ya te aseguraste que la tierra esté húmeda. No siempre que se vea superficialmente la tierra húmeda, es indicio que el árbol esté tomando el agua que necesite.
Sustrato o tierra: En este viaje hacia el cuidado de tu Bonsái siempre te vamos a pedir que lo veamos en macro: la naturaleza y el desarrollo de un árbol normal y corriente. Al Bonsái le pasa exactamente lo mismo, solo en miniatura y tu papel es de ayudante directo de la madre naturaleza.
Para que una especie de árbol en particular crezca y se mantenga con vida, la tierra en la que crece tiene que brindarle todo lo que necesita. Naturalmente los árboles que son vecinos, suelen tener los mismos requerimientos, por eso las especies varían de región en región.
Aunque existen millones de combinaciones de componentes posibles para cada árbol, la buena noticia es que esta cultura tiene milenios entre nosotros los humanos y con los siglos se ha perfeccionado la fórmula del sustrato que le funcionará a casi cualquier tipo de árbol.
En las tiendas venden de una vez esta mezcla estándar, no hay que preocuparse, es un poco más costosa que comprar los componentes por separado, pero en principio mientras observas el regado es ideal para ir conociendo a tu árbol.
Sustrato de Expertos: Si quieres ya pasar a un tratamiento más personalizado del sustrato, te explicamos la fórmula y como todo en tu bonsái: observar las cantidades según tu árbol.
Las tres B de un sustrato exitoso para cualquier Bonsái son: Buen Drenaje, Buena Retención del Agua y Buena Oxigenación.
Abonado: No es lo mismo darle un sustrato adecuado para que viva el árbol, que la comida que le vamos a servir. El abono es la comida de nuestro bonsái y debemos dárselo con regularidad.
En el período de desarrollo, que es desde primavera hasta finales de otoño, el es momento de fertilización. En invierno no se debe alimentar, nuestros árboles están dormidos.
Cuando nuestro Bonsái llega a casa o ya pasado el tiempo lo trasplantamos, no se debe abonar de inmediato, debemos esperar un mes al menos para alimentarlo. Igual pasa si nuestro árbol llegara a enfermarse. Sólo debemos suministrarle medicina si es el caso o esperar a que sane naturalmente.
Los tres componentes básicos del Abono son el Nitrógeno (N) que ayudan a que los tallos y hojas crezcan y se desarrollen correctamente, el Fósforo (P) que hace lo mismo con las raíces y el Potasio (K) que se encarga de las flores y los frutos. Tenemos que cuidar su proporción según sea el caso y período. A esta proporción la vamos a llamar NPK.
Las proporciones recomendadas según la estación o etapa de desarrollo del bonsái son las siguientes:
Trasplantado: Los árboles están en constante desarrollo, los Bonsáis solo se le ha retrasado el tamaño de crecimiento, pero como todo árbol lo mejor que sabe hacer es crecer. Si le limitamos este placer, el árbol morirá.
Cuando las raíces de nuestro árbol ya ocuparon todo el espacio posible de su contenedor y no hay cabida para el sustrato, es hora de trasplantar nuestro Bonsái a una bandeja más grande.
Como siempre, todo es observación de nuestro árbol. Algunos pedirán su trasplante al año, otro a los dos años y algunos hasta 3 ó 5 años. Para que no te tome por sorpresa, podrías estudiar un poco el tipo de árbol que tienes a tu cuidado.
Una manera de darnos cuenta que ya el sustrato no está cumpliendo con su trabajo es que vemos que retiene cero cantidad de agua, entonces si ya sabemos que no es falta de roca volcánica, podemos levantar un poco nuestro árbol y sacarlo de su maceta chata y si solo vemos raíces, hay que trasplantar.
Ya tienes todas las experticias para cuidar tu Bonsai. Como siempre todo es cuestión de información y aquí obtuviste todo lo que necesitas saber para mantener ese hermoso Bonsái que recibiste de la mano de PremiumFlorist.
Ha llegado a tu casa una de nuestras fabulosas orquídeas, siempre te encantaron pero te daba miedo intentarlo por el sinfín de mitos que existen alrededor de la orquídea, que si es muy difícil de mantener, que es para personas con mucho tiempo libre o que si es para conocedores.
Todo lo anterior no es cierto, excepto que es para conocedores. Al terminar de leer esta Guía de secretos para el Cuidado de las Orquídeas vas a ser un conocedor de las Orquídeas haciendo que tus flores den el máximo de sí.
La mayoría de las Orquídeas domesticadas son las Phalaenopsis, esta guía va a estar dedicada a esta especie de Orquídea, ya que es la número uno en popularidad en todo el mundo.
Las Orquídeas, al igual que la gran mayoría de las plantas de interior son de origen tropical. Originarias de Taiwán, Australia y las Filipinas, lo que implica que se desarrollan en un clima húmedo, con temperaturas templadas y con largos períodos de lluvia y sequía.
Otra característica que tienen es que son Epífitas, que quiere decir que viven en troncos de otros árboles y que sus raíces no están en la tierra, sino expuestas al sol.
Gracias a su cualidad de ser epífitas, las Orquídeas han desarrollado la capacidad de hacer fotosíntesis incluso con sus raíces para poder aprovechar toda la luz indirecta. Esta capacidad la desarrollaron para aprovechar la poca luz que le dejaba filtrar las tupidas copas de los árboles en su hábitat natural.
Es ideal que las Orquídeas reciban constantemente luz indirecta, si las vamos a colocar frente a una ventana, es aconsejable que dicha ventana esté apuntando hacia el sur, ya que el sol es indirecto todo el año.
Si por el contrario vamos a colocar nuestra Orquídea en el centro de un salón o alejada de la ventana, lo ideal es que la ventana de esa habitación esté apuntando hacia el norte, ya que todo el año entra luz directa, que se ve tamizada por la distancia, cortinas y demás accesorios decorativos.
Las Orquídeas te van guiando cambiando de color según la cantidad de sol que están recibiendo:
Secreto Profesional
Si el sitio donde va a estar tu Orquídea le llega muy poca luz, ¡no desesperes! Una gran solución es trasplantar la orquídea a un recipiente transparente y así puede absorber la luz del sol incluso con la ayuda de sus raíces.
Las Orquídeas se desarrollan de manera natural cuando viven en una temperatura entre 16 y 28 grados centígrados. Lo que conocemos como un clima templado. Las noches tienen que ser más frías siempre.
Si notamos que será una noche calurosa, hay que moverlas al lugar más frío de la casa, ya que ellas crecen sin parar en calor, lo que representa un gasto importante de energía y compromete su posterior floración.
Además de mantener una temperatura templada es importante colocarlas donde haya corrientes de aire. Las corrientes de aire evitan la proliferación de plagas, parásitos o insectos que son la causa número uno de enfermedad en las Orquídeas y otras plantas de interior.
Secreto Profesional
Cuando la Orquídea vuelva a la fase de floración, para que las flores se desarrollen mucho más lindas, fuertes y con el plus de que brote más de una flor por tallo, te recomendamos mover tu Orquídea a un lugar donde la temperatura nocturna oscile entre 13 y 15 grados centígrados. Este proceso suele durar unas 3 semanas y puede producirse en Otoño o Primavera.
El riego se puede espaciar hasta 10 días. Incluso es recomendable el dejar que la tierra se seque completamente. En su hábitat natural transcurren períodos de sequía y de lluvia. Para poder emular un poco su hábitat lo ideal es permitirle que sus raíces sientan de vez en cuando la sequía y el momento de riego sea abundante.
Al ser epifita, sus raíces no se encuentran bajo tierra, así que no está acostumbrada a absorber todo el tiempo agua subterránea. Ellas solo toman el agua que corre por los troncos de los árboles y tienen la capacidad de retenerla en sus raíces.
Otra razón por la que se recomienda el período de sequía es porque son muy propensas a ser atacadas por hongos y esto evita su proliferación.
Si por alguna razón, las Orquídeas tienen sus flores muy bajas, se recomienda el regado desde la parte inferior de la maceta, utilizando un plato para absorber un poco de líquido, sin exagerar. Esto no suele suceder ya que todas nuestras Orquídeas vienen presentadas con varas y mini ganchos para mantenerlas siempre erguidas.
La humedad es una característica fundamental dentro del clima templado. Existen varios trucos para mantener la humedad adecuada de nuestras plantas:
Secreto Profesional
La humedad ideal para mantener a las Orquídeas es del 60%. Existen herramientas de medición como el Higrómetro que podría ser tu aliado a la hora de medir la humedad en el ambiente alrededor de tus Orquídeas. El exceso de humedad es caldo de cultivo para hongos. La falta de ella afecta los pétalos de sus flores.
Las Orquídeas no se alimentan del suelo, es por esto que debemos proporcionarles su comida mes a mes. Como todas las flores y plantas en general, los tres componentes esenciales para alimentar a nuestras Orquídeas será el Nitrógeno, el Fósforo y el Potasio.
El Nitrógeno ayudará al crecimiento de las hojas y ramas. El Fósforo potencia las raíces, mientras que el Potasio le da el correcto desarrollo a las flores.
Cuando la Orquídea está en su fase de crecimiento sin flores, se recomienda colocar más Nitrógeno que el resto de los elementos. Cuando inicia el período de floración la fórmula cambia completamente, aumentando el Potasio, colocando a medias el fósforo y colocando una pequeña cantidad de Nitrógeno.
El resto del año, la cantidad de los tres elementos debe ser balanceada. Se recomienda que la fertilización se haga una vez al mes.
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Para una fertilización muy nutritiva, se recomienda sumergir la maceta (sin tocar la unión de las hojas y flores), en agua con el fertilizante líquido por 10 minutos. Esto simulará a la perfección el momento en que las Orquídeas toman su alimento de los troncos de los árboles en plena lluvia.
El proceso de trasplante puede esperar de 2 a 3 años. A diferencia de otras plantas, no es necesario buscar una maceta más grande, ya que las raíces de la Orquídea permanece fuera del sustrato o tierra. El trasplantado se hace solo para cambiar el sustrato.
Para un trasplante exitoso te aconsejamos seguir los siguientes pasos:
Secreto Profesional
El propóleo para plantas, que viene diluido en alcohol, es un bactericida fabuloso que nos permite estar tranquilos en todo el proceso de trasplantado. No sólo elimina las bacterias, también es anestésico y cicatrizante, haciendo que las raíces obtengan un tratamiento completo a la hora de cambiarlas de maceta. Se debe colocar unas gotitas al agua en la que vamos a sumergir las raíces.
¡Lo lograste! Te has graduado de conocedor profesional en Orquídeas, sigue estos secretos para su cuidado y tus Orquídeas estarán contigo por años.
El proceso de trasplante puede esperar de 2 a 3 años. A diferencia de otras plantas, no es necesario buscar una maceta más grande, ya que las raíces de la Orquídea permanece fuera del sustrato o tierra. El trasplantado se hace solo para cambiar el sustratoA continuación te presentamos un resumen sobre el especial cuidado de las orquídeas, te recomendamos ampliamente leer todo el artículo, ya que en él te explicamos el por qué de cada uno de estos cuidados:
Consejos Específicos para Orquídeas
Temperatura: Templada de 16 a 28 grados centígrados. Preferiblemente con corrientes de aire constantes.
Riego: Cada 10 días aproximadamente. Regar sin tocar las flores u hojas, si las flores se encuentran muy cerca de la tierra, humedecer desde abajo con un platito lleno de agua. La frecuencia de regado podría variar según la estación. Dejar secar completamente la tierra y luego volver a regar.
Luz: Cuidar que los rayos del sol no incidan indirectamente en la Orquídea. Se recomienda colocarlas cerca de ventanas que apunten hacia el Este o Sur.
Humedad: Aman la humedad, pero no el exceso. Mantener una humedad moderada en el ambiente pulverizando agua sobre el tallo y hojas, nunca sobre las flores.
Fertilización: Balanceada todo el año. En época de floración aumentar a una vez al mes su ingesta de abono.
Trasplantado: Cada dos años aproximadamente, evitando abonar la tierra y utilizando sustratos aireados.
Esta guía te habla de los secretos para el cuidado de las flores cortadas. Cuando llega a casa ese fastuoso arreglo, deseamos que este dure para siempre. Aunque eso es biológicamente imposible, si podemos ayudarte a prolongar lo más posible la vida de tus flores con estos consejos prácticos. Es muy probable que hayas recibido Rosas, Gerberas, Lilis, Orquídeas o la mezcla de ellas. Salvo por algunos detalles propios de cada especie, los cuidados son muy parecidos. Te revelaremos los trucos y secretos para que seas un experto en el arte del cuidado de las flores cortadas.
Es prudente que antes de adentrarnos al cuidado de estas hermosas flores, conozcamos un poco más de ellas. Su origen, duración y composición nos va a ayudar mucho a la hora de entender qué necesidades tiene cada una.
Con más de 100 tipos de Rosas, es por mucho la flor predilecta por todos. Número uno en ventas a nivel mundial. Su fama es tan grande que no sólo son el símbolo del amor romántico sino que son las únicas flores a la que se le dio nombre el tener un jardín repleto de ellas: los rosedales o rosaledas son motivo de orgullo en algunos países.
Provienen en su mayoría de Asia. Gracias a su fama también podemos ver réplicas en Europa, Norteamérica y África. Con el pasar de los años y desde el siglo XX, han surgido más y más híbridos entre sus 100 especies lo que hasta ahora da como resultado unos 30.000 cultivares (o subcategorías) de Rosas por todo el mundo.
Es muy factible que recibas Rosas muy fragantes y es muy bueno que sepas que recibiste una rosa directamente de una especie progenitora, ya que con las subcategorías e hibridaciones las Rosas son mucho más grandes, con colores más potentes pero con muy poco olor.Cuidados de las Rosas cortadas
Si llegan en Bouquet
El Corte: Se debe recortar al menos 2 cm de su tallo, removiendo cualquier parte que se podría estar empezando a dañar. El corte debe ser transversal para aumentar la superficie de absorción del agua. También debe removerse cualquier hoja que vaya a quedar por debajo del agua. Es mejor sacar hojas que colocarle poca agua. Este proceso se debe repetir cada vez que se cambia el agua del florero.
El Jarrón: Puede ser curvilíneo y delgado. el agua dentro del jarrón estabilizará el arreglo floral entero. Debemos tener cuidado al elegir la superficie donde la vamos a colocar, que esta no esté en medio de una corriente de aire y así evitaremos derrames y el maltrato de los pétalos de nuestras Rosas.
El Agua: Llenar el jarrón con agua a temperatura ambiente, en lo posible filtrada y muy limpia. Incluso revisar el jarrón que no tenga rastros de polvo ya que la mínima contaminación le resta vida a nuestras flores. Cuidar que no quede ninguna hoja en contacto con el agua y mucho menos debajo de ella, esto acelera el proceso de contaminación del agua. Cambiar el agua cada día, las Rosas son muy delicadas. Siempre debe lavar el jarrón o florero cada vez que cambiemos el agua.
Los Conservantes: Los expertos prefieren llamarlo “alimento para Rosas”. Existen del tipo comercial y del tipo casero. La fórmula que tiene el alimento siempre es la misma: un componente que mate las bacterias, otro que le proporcione acidez y el último componente es algún tipo de azúcar.
Si llegan en Jarrón
El Corte: Se debe recortar al menos 2 cm de su tallo, removiendo cualquier parte que se podría estar empezando a dañar. El corte debe ser transversal para aumentar la superficie de absorción del agua. También debe removerse cualquier hoja que vaya a quedar por debajo del agua. Es mejor sacar hojas que colocarle poca agua. Este proceso se debe repetir cada vez que se cambia el agua del florero.
El Agua: Las Rosas aman el agua, y estas la absorben de manera copiosa. Es por esto que son tan delicadas, ya que cualquier bacteria o polvo que ingieren les puede acortar su tiempo de vida. Distinto a otras flores, a las Rosas hay que cambiarles el agua a diario y cada vez que se hace este cambio hay que lavar exhaustivamente el jarrón, no sólo enjuagarlo y llenarlo de nuevo.
Los Conservantes: Existen mezclas ya hechas tanto en polvo como en líquido que vienen concentradas para colocar en el agua del jarrón. Cada vez que se cambie el agua se debe agregar conservante en la proporción según lo indique el producto. Existen alternativas naturales, como dos gotitas de cloro para matar las bacterias más una cucharada de azúcar normal para alimentar a las plantas y además una fuente acidificadora, ya que las Rosas se desarrollan mejor en un pH ácido, esto se puede lograr con dos gotitas de limón e incluso una aspirina. Es importante que estén los tres componentes.
Si llegan con Esponjas:
El Corte: Los tallos de las Rosas suelen estar encajados dentro de la esponja. Sacar varias veces el tallo haría más daño que bien, por lo que si te llega un arreglo con esponja, lo recomendable es no sacarlas para hacerle el corte. De hecho, está diseñado para poder saltarse este paso.
El Agua: La esponja siempre tiene que estar húmeda, nunca empapada, ya que esto no le hace bien a los tallos y estos se podrían pudrir, acortando la vida a nuestra hermosa flor. Una buena práctica es tocar con el dedo directamente la esponja y comprobar si está húmeda. Dependiendo del clima y la estación se puede regar un día de por medio o dos.
Los Conservantes: Las esponjas no solo son el soporte de nuestros tallos en arreglos en los que es difícil mantener estables las flores; las esponjas tienen conservantes dentro de los materiales que fueron hechos. Estos conservantes suelen ser suficientes para que nuestras flores se alimenten hasta el final.
Truco Profesional:
En PremiumFlorist nos hemos esmerado en que sepas cada detalle de cómo se cuida esta maravillosa flor. Es por esto que elaboramos una extensa guía con tips y secretos de expertos para que tus Rosas vivan muchísimo más las recibas.
Su nombre científico es Lilium. Otros nombres que recibe es Azucena o Lirios. Existen más de 100 tipos de Liliums. Su origen abarca varios continentes: Europa, Asia y América, ya que son los países que poseen territorio en la zona tropical sobre el ecuador; lo que implica un clima templado todo el año.
Saber esto es fundamental, ya que a los Lilis no les gusta para nada los cambios bruscos de temperatura y pueden recibir sol directo para su proceso metabólico. Florece una sola vez por temporada. Su capacidad para absorber dióxido de carbono es superior a cualquier otra flor. Lo que la hace excelente para adornar nuestro interior.
Por su hermoso aspecto y colores fuertes es una de las 5 flores más vendidas a nivel mundial y es ideal para acompañar otras flores, fusionados de manera sinigual sin perder protagonismo y al mismo tiempo sin opacar a sus compañeras.
Si recibiste unos Lilis, te felicitamos, es una gran elección de esa persona que sabe lo especial que eres y aquí aprenderás a cómo prolongar lo más posible su vida en tu hogar, solo sigue estos maravillosos consejos de manos expertas y nada podrá salir mal.
Cuidados de las Lilis cortadas
Si llegan en Ramo
El Corte: Lo primero que se hace con una flor cortada es rebajar al menos 2 cm de su tallo, removiendo cualquier parte que se podría estar empezando a dañar. El corte debe ser transversal para aumentar la superficie de absorción del agua. Este proceso se debe repetir cada vez que se cambia el agua del florero.
El Jarrón: Para alargar su vida la elección del tamaño del jarrón es un punto fundamental, su base debe ser grande para sopesar el peso de sus flores y evitar vuelcos que podrían dañar la flor al caer. Al igual que la superficie donde la vamos a colocar, que esta no esté en medio de una corriente de aire.
El Agua: Llenar el jarrón con agua a temperatura ambiente, en lo posible filtrada y muy limpia. Incluso revisar el jarrón que no tenga rastros de polvo ya que la mínima contaminación le resta vida a nuestras flores. Cuidar que no quede ninguna hoja en contacto con el agua y mucho menos debajo de ella, esto acelera el proceso de contaminación del agua. Cambiar el agua cada dos días, siempre lavando el jarrón o florero cada vez..
Los Conservantes: Existen mezclas ya hechas tanto en polvo como en líquido que vienen concentradas para colocar en el agua del jarrón. Cada vez que se cambie el agua se debe agregar conservante en la proporción según lo indique el producto. Existen alternativas naturales, como dos gotitas de cloro para matar las bacterias más una cucharada de azúcar normal para alimentar a las plantas.
Si llegan en Jarrón
El Corte: Luego de admirarlas unas horas, es conveniente que antes de dormir las saquemos del jarrón y le hagamos un corte de unos 2 cm en diagonal para maximizar la superficie de absorción del agua. Este paso debe repetirse cada vez que le cambiemos el agua.
El Jarrón: No hay que elegir jarrón, el que trae es el adecuado para nuestras flores. Una vez que cortamos los tallos, removemos toda el agua del jarrón, lo lavamos muy bien y lo volvemos a llenar con agua limpia y potable.
El Agua: Tenemos que cuidar de llenar solo hasta la altura por debajo de la primera hoja del tallo. Nunca se debe sumergir ninguna hoja debajo del agua. Esto acelera la contaminación de la misma. El agua siempre tiene que estar limpia si queremos que nuestra flor dure más tiempo. Cada dos días es recomendable empezar todo el proceso de corte y cambio de agua.
Los Conservantes: Existen mezclas ya hechas tanto en polvo como en líquido que vienen concentradas para colocar en el agua del jarrón. Cada vez que se cambie el agua se debe agregar conservante en la proporción según lo indique el producto. Existen alternativas naturales, como dos gotitas de cloro para matar las bacterias más una cucharada de azúcar normal para alimentar a las plantas.
Si llegan con Esponjas:
El Corte: Los tallos de las flores suelen estar encajados dentro de la esponja. Sacar varias veces el tallo haría más daño que bien, por lo que si te llega un arreglo con esponja, lo recomendable es no sacarlas para hacerle el corte. De hecho, está diseñado para poder saltarse este paso.
El Agua: La esponja siempre tiene que estar húmeda, nunca empapada, ya que esto no le hace bien a los tallos y estos se podrían pudrir, acortando la vida a nuestra hermosa flor. Una buena práctica es tocar con el dedo directamente la esponja y comprobar si está húmeda. Dependiendo del clima y la estación se puede regar cada 2 ó 3 días.
Los Conservantes: Las esponjas no solo son el soporte de nuestros tallos en arreglos en los que es difícil mantener estables las flores; las esponjas tienen conservantes dentro de los materiales que fueron hechos. Estos conservantes suelen ser suficientes para que nuestras flores se alimenten hasta el final.
Truco Profesional:
El polen de los Lilis podría manchar. Si por alguna razón tu mantel o ropa se ven afectados por el polen del Lili, te recomendamos removerlo con cinta adhesiva y no con agua, ya que de esa manera la mancha empeorará.
Las Gerberas son oriundas del sur de África. Son flores muy resistentes y duran mucho luego de cortadas si le damos el cuidado especial que se merecen. A finales del siglo XX se conoció por primera vez fuera de tierra Africanas.
Hoy en día es una de las flores ideales para acompañar un arreglo floral completo. Su hermosa variedad de colores hace que sea el complemento perfecto para cualquier otra flor. No es casual que en toda Europa y recientemente en América sea una pieza indispensable en la florería internacional.
Sus colores son cálidos y van desde un rojo intenso hasta un amarillo, pasando por un rosa hasta un naranja. Por su gran parecido con las Margaritas, en algunos países es conocida como la Margarita de África o la Margarita de Transvaal, que es una provincia Sudafricana.
Es muy factible que tu ramo o arreglo floral contenga alguna Gerbera, la buena noticia es que es de tan poco mantenimiento que puede vivir con los cuidados que le des a sus otras compañeras más delicadas.
Cuidados de las Gerberas cortadas
Si llegan en Bouquet
El Corte: Lo primero que se hace con una flor cortada es rebajar al menos 2 cm de su tallo, removiendo cualquier parte que se podría estar empezando a dañar. El corte debe ser transversal para aumentar la superficie de absorción del agua. Este proceso se debe repetir cada vez que se cambia el agua del florero.
El Jarrón: En el caso de las Gerberas tenemos que cuidar de dejarles espacio para oxigenarse debajo del agua. Un error común es querer preservarlas todas y luego su vida se ve reducida por falta de oxígeno.
El Agua: Llenar el jarrón con agua a temperatura ambiente, en lo posible filtrada y muy limpia. Incluso revisar el jarrón que no tenga rastros de polvo ya que la mínima contaminación le resta vida a nuestras flores. Cuidar que no quede ninguna hoja en contacto con el agua y mucho menos debajo de ella, esto acelera el proceso de contaminación del agua. Cambiar el agua cada tres días, siempre lavando el jarrón o florero cada vez. Cuidar que si cualquier pétalo de la Gerbera cae en el agua, retirarlo inmediatamente.
Los Conservantes: Existen mezclas ya hechas tanto en polvo como en líquido que vienen concentradas para colocar en el agua del jarrón. Cada vez que se cambie el agua se debe agregar conservante en la proporción según lo indique el producto. Existen alternativas naturales, como dos gotitas de cloro para matar las bacterias más una cucharada de azúcar normal para alimentar a las plantas.
Si llegan en Jarrón
El Corte: No nos acostamos a dormir sin sacarlas del jarrón y le hacemos un corte de unos 2 cm en diagonal para maximizar la superficie de absorción del agua. Este paso debe repetirse cada vez que le cambiemos el agua.
El Jarrón: No hay que elegir jarrón, el que trae es el adecuado para nuestras flores. Una vez que cortamos los tallos, removemos toda el agua del jarrón, lo lavamos muy bien y lo volvemos a llenar con agua limpia y potable. De ser posible, distribuir las Gerberas de tal manera que ellas no se saturen entre ellas para no entorpecer su oxigenación.
El Agua: Tenemos que cuidar de llenar solo hasta la altura por debajo de la primera hoja del tallo o eliminar toda hoja que no nos permita llenar ¾ el jarrón con agua. Nunca se debe sumergir ninguna hoja debajo del agua. Esto acelera la contaminación de la misma. El agua siempre tiene que estar limpia si queremos que nuestra flor dure más tiempo. Cada tres días es recomendable empezar todo el proceso de corte y cambio de agua.Cuidar que si cualquier pétalo de la Gerbera cae en el agua, retirarlo inmediatamente.
Los Conservantes: Existen mezclas ya hechas tanto en polvo como en líquido que vienen concentradas para colocar en el agua del jarrón. Cada vez que se cambie el agua se debe agregar conservante en la proporción según lo indique el producto. Existen alternativas naturales, como dos gotitas de cloro para matar las bacterias más una cucharada de azúcar normal para alimentar a las plantas.
Si llegan con Esponjas:
El Corte: Los tallos de las Gerberas suelen estar encajados dentro de la esponja. Sacar varias veces el tallo haría más daño que bien, por lo que si te llega un arreglo con esponja, lo recomendable es no sacarlas para hacerle el corte. De hecho, está diseñado para poder saltarse este paso.
El Agua: La esponja siempre tiene que estar húmeda, nunca empapada, ya que esto no le hace bien a los tallos y estos se podrían pudrir, acortando la vida a nuestra hermosa flor. Una buena práctica es tocar con el dedo directamente la esponja y comprobar si está húmeda. Dependiendo del clima y la estación se puede regar cada 3 ó 4 días.
Los Conservantes: Las esponjas no solo son el soporte de nuestros tallos en arreglos en los que es difícil mantener estables las flores; las esponjas tienen conservantes dentro de los materiales que fueron hechos. Estos conservantes suelen ser suficientes para que nuestras flores se alimenten hasta el final y están rigurosamente balanceado para cada especie floral.
Truco Profesional:
Las Gerberas es una de las flores que puede recibir la luz del sol directo sin dañarse, de hecho, por su hábitat natural suele gustarle mucho recibir sol, siempre y cuando la temperatura del ambiente ronden los 20 a 25 grados.
En líneas generales las flores cortadas tienen el mismo cuidado, solo varía un poco de flor en flor. Te invitamos a que te atrevas a ir más allá de sólo ver tu obsequio unas horas. Cuida el arreglo floral que recibiste y alarga su vida mucho más.
Estos son los cuidados básicos de las flores cortadas, ya recibiste ese hermoso arreglo floral y gracias a tu curiosidad y ganas de hacer las cosas bien ahora también ya sabes cómo maximizar la duración de tus Lilis, Rosas y Gerberas.